Tailandia lo tiene todo

Tailandia es probablemente el mejor país para empezar a conocer el sudeste asiático. No solo por la enorme diversidad y belleza de sus paisajes o por la original locura de sus ciudades, sino también por estar considerado como uno de los países más divertidos del mundo. Las playas tailandesas son inolvidables y recorrer Bangkok, la ciudad que nunca duerme, es una experiencia única.

 

mercado tailandés
Los mercados tailandeses, como este, son un gran atractivo (foto: Núria González / Tuareg)

Tailandia mantiene su exotismo y su naturaleza aún salvaje esconde impresionantes selvas y espectaculares playas en islas remotas bañadas por cálidas. Tailandia es un país que sorprende por sus coloridos templos budistas en los que los monjes vestidos de color naranja entonan sus mantras. En Tailandia también podemos disfrutar visitando la ruinas arqueológicas de Ayutthaya y conocer las etnias de las montañas que, a pesar de la presión de la mayoría thai y birmana así como del turismo, mantienen viva su lengua y sus ancestrales formas de vida.

Los tailandeses son gente amable, sencilla, religiosa, hospitalaria, y saben cuidar a los turistas como nadie

Los tailandeses son gente amable, sencilla, religiosa, hospitalaria, saben cuidar a los turistas como nadie y se esfuerzan porque no te pierdas ni uno de los miles de atractivos del antiguo reino de Siam. A partir de septiembre la temporada de ciclones ya está en retirada y es un buen momento para ir a conocer este país.

La rica gastronomía tailandesa

La gastronomía tailandesa tiene una relación con el arroz tan estrecha que, en tailandés, comer se dice “kin khaw”, que significa literalmente comer arroz. O sea que queda claro que la cocina tailandesa consiste básicamente en platos de carne (cerdo o pollo), verduras y hierbas servidas sobre arroz. Con esta combinación se elaboran un gran número de variedades. También hay que tener presentes las sopas con fideos o sin ellos.

Pad Thai

La gastronomía tailandesa se asienta sobre cuatro sabores básicos: dulce, amargo, salado y agrio. De lo que se trata es de encontrar un equilibrio entre ellos y a continuación añadirle pimientas picantes y hierbas, no necesariamente picantes. Los cuatro condimentes tailandeses por excelencia, y que no faltan en ninguna mesa son: azúcar, Nam Pia (sal de pescado), Prik Pon (pimienta crujiente de chile) y un vinagre agridulce con pimienta. Los cuatro representan los sabores básicos. Todo esto sin olvidar que la fruta en Tailandia es excelente.

Algunos platos que hay que probar: Pad Thai (fideos sofritos con soja, tofu, huevos y cacahuetes); Gai Pad Metmamuang (pechuga de pollo troceada con anacardos, cebolla, pimientos y salsa de ostras); Thom Kha Gai (sopa a base de pollo, cebolla, jengibre, tomates, setas, lima, salsa de pescado, hierbas y leche de coco); Khaw pad Grapao Muu (cerdo picado, cebollita picada, hojas de cilantro y arroz al que se le puede añadir encima un huevo frito); Pak Phad Bung (verdura tipo espinaca rehogada en el wok a muy alta temperatura y con salsa de ostras por encima); Khaw Soi (una especie de curry con fideos cocidos y otros fritos que resulta algo picante); Som Tam (ensalada de papaya verde, tomate, cacahuetes, zanahorias, judías de las redondas, quisquillas, zumo de lima, salsa de pescado); Khao Khai Chiao (tortilla con arroz blanco, a menudo se come con salsa de chile y rodajas de pepino).

Hemos realizado una selección de diez agencias que organizan viajes a Tailandia y presentamos algunos ejemplos.

Agencias de viajes para viajar a Tailandia

Tailandia
El patrimonio arqueológico en Tailandia es asombroso y abundante (foto: Tarannà)

Tarannà Viajes con Sentido

Saboreando el paraíso.

10 días. Grupo min / max: 2 / 9. Salidas: consultar. Precio: 1.165€ + vuelo.
Viaje en grupo a Tailandia acompañado por guía local de habla española, viviendo una auténtica aventura por el país más divertido del planeta. Un viaje para descubrir la esencia del budismo a través de un importante patrimonio cultural de ruinas y templos budistas. Tailandia enamora por su exotismo y sus paisajes aún salvajes: espectaculares playas en islas remotas bañadas por cálidas aguas y montañas en el norte. Este viaje en grupo a Tailandia, empieza por la ciudad que nunca duerme, Bangkok y sus callejones, mercadillos flotantes y los imperdibles templos del rey. Además, disfrutaremos de dormir en mitad de la selva. Nos bañaremos en las preciosas cascadas de Erawan. Visitaremos también los templos de Ayutthaya (ver más).

Campesinos tailandeses en un campo de arroz (foto: Maria Teresa Sala / Tuareg)

Tuareg Viajes


Bangkok, Trek de las minorías étnicas y playas del sur
15 días. Salidas de julio a diciembre. 1.590 € + tasas aéreas.
Un viaje fascinante que nos lleva desde Bangkok a las selvas del norte del país. Caminando y con balsas nos acercaremos a las aldeas de las minorías étnicas. Las playas de Krabi, Samui o Koh Yao Noi nos esperan al final del itinerario. En el trekking del norte, cuatro jornadas en la jungla, por los senderos que unen los poblados Karen Blancos, Rojos y Lahu por el río Mae Taeng.(ver más).

Un safarí a lomos de elefante es una de las actividades que pueden realizarse en Tailandia (foto: Pasaporte a la Aventura)

Pasaporte a la Aventura

Templos, trekking, playa.
15 días. Salidas: todo el año, desde 2 personas. Precio: 1.690 € (basado en 2 pasajeros) + aprox. 480 € de tasas.

La ruta de Tailandia que proponemos es activa, exótica y bastante cómoda con alojamientos confortables. Sólo en las dos noches de trekking por las aldeas tendremos un mínimo de comodidad, ya que dormimos en casas locales, sobre finos colchones y con mosquitera. Aún así pensamos que es una experiencia distinta y que merece la pena el esfuerzo. Como contrapunto tenemos uno de los paraísos mejor conservados de todas las islas de Tailandia: Koh Tao un lugar de belleza casi perfecta donde podremos relajarnos en la playa, bucear, navegar o visitar otras islas cercanas. El ambiente es todavía muy agradable y no hay grandes hoteles ni masificación, aunque desde luego es un lugar turístico dedicado sobre todo a los viajeros y mochileros. Y qué decir de Bangkok, una de las urbes más especiales y llena de contrastes de todo el mundo (ver más).

Tailandia
La selva desvela sus bien guardados secretos (foto: 3000KM)

3000KM

Tailandia, aventura, diversión y relax.
16 días. Salidas todo el año. Desde 1.225 € + 565 de presupuesto.
Cuando pensamos en Tailandia se nos pone una sonrisa de oreja a oreja. Aterrizar en Bangkok, la puerta más concurrida del sudeste asiático, es como volver a casa; una casa muy ruidosa, plagada de motocicletas y tuk- tuks, con rascacielos ultramodernos que hacen sombra al palacio imperial más dorado del mundo. Y esto es sólo el principio del viaje. Tailandia es probablemente uno de los países más fáciles y divertidos para viajar con mochila. Visitar el norte es adentrarse en la jungla, conocer su lado más ancestral o salvaje, ver elefantes por las calles, visitar cientos de coloridos templos budistas, o conocer las historias de tigres. Por el contrario el sur es la tierra del sol y las playas con fondos marinos llenos de peces de colores a pocos metros de la orilla (ver más).

Tailandia elefante
Los elefantes son un reclamo turístico en Tailandia (foto: Eland Expediciones)

Eland Expediciones

Triángulo del Oro y trek en el Mae Taeng.
14 días. Salidas todo el año, mínimo dos personas. 1.295 € + vuelos. Extensión a Koh Tao: 495 €.
La enorme y sorprendente Bangkok, sus palacios y sus pagodas, el mercado flotante, las ruinas de Ayuthaya, el Triángulo de Oro, el pequeño trek por Mae Taeng, y el descenso por el río… un viaje variado, en el que nuestros guías nos ayudarán a entender y disfrutar un país tan hermoso y variado y como este. Una ruta idónea para entrar en el Sudeste Asiático, que podemos combinar al final con una extensión a alguna de sus paradisíacas playas (ver más).

Èxode Tailandia budas

Imágenes de buda en Ayuthaya (foto: Èxode)

Èxode

Minorías de Tailandia.
16 días. Salidas diarias. Precio, grupo de 5 o más viajeros, 945 € + vuelos.

Tailandia, un país fascinante, donde sorprenden muchas cosas, la primera de ellas la ciudad de Bangkok, la conocida hace un tiempo como “la Venecia de Oriente”. Contraste increíble cuando viajemos en tren a la ciudad de Chiang Mai. Existe un cambio radical en las formas de vida ya que estaremos a punto de acceder a un territorio dominado por la etnias y lo haremos con un suave trekking de 3 días, y un rafting increíble con una canoa típica por el rio Mae Taeng. Sin duda recomendamos este viaje alternativo para los amantes del trekking y de las culturas exóticas (ver más).

Bangkok Tailandia
Bangkok, la ciudad que nunca duerme (foto: Himba Tours)

Himba Tours

Vive Tailandia y Krabi.
14 días. Salidas hasta abril del 2020. Desde 2.045 €.
El viaje empieza en la bulliciosa Bangkok. Tras un par de días visitando los lugares más destacados de la capital salida hacia la provincia de Kanchanaburi, conocida entre por otros lugares por el famoso puente sobre el río Kwai. Sigue el recorrido por las ciudades más emblemáticas del país y finaliza con unos días para disfrutar de las playas (ver más).

Tailandia
Arqueología y naturaleza en Tailandia (foto: Horizonte Paralelo)

Horizonte Paralelo

Atardecer cultural en grupo, Tailandia.
16 días. Salidas, 17 de enero y 1 de marzo del 2020. Precio desde 1.185 + vuelos.
Desde la capital Bangkok, visitaremos los rincones más conocidos. Chiang Mai, dentro del famoso Triángulo de oro, junto a pequeños pueblos del norte para descubrir la cultura tailandesa junto a sus diferentes etnias tribales que aún conviven en el país. El viaje finaliza en las idílicas playas de Phuket, donde encontraremos zonas tranquilas y territorios de selva, arrecifes coralinos… y otros pequeños islotes con playas de ensueño (ver más).

Tailandia playas
Nada mejor para finalizar un viaje a Tailandia que descansar unos días en alguna de sus maravillosas playas (foto: Soiono)

Soiono


Tailandia al completo y Phuket.
14 días / 11 noches. Salidas todos los lunes. Desde 1.840 €
Tras visitar Bangkok recorrido en barca por el río Kwai atravesando bellos paisajes. Visitaremos el centro arqueológico Sukhotai, Phitsanulok y Ayuthaya, antigua capital del reino de Siam y varios poblados del norte. Además, podremos elegir entre un safari en elefante o una excursión a Eco Valley, el centro sostenible de conservación de elefantes. El viaje finaliza con unos días en las playas de Phuket, la mayor de las islas de Tailandia, que constituye un verdadero imán por sus playas y sus bellos enclaves para bucear (ver más).

Ni huevos, ni queso, ni leche, ni mantequilla, ni carne, ni.... Las personas veganas tienen un verdadero dolor de cabeza cuando quieren viajar sin renunciar a sus hábitos, costumbres y/o principios éticos. Hay que tener presente que las personas veganas no tan solo evitan comer nada que tenga algún elemento de origen animal, sino que tampoco visten ningún tipo de prenda confeccionada con elementos procedentes de animales, y son extremadamente respetuosos con el medio ambiente.

Viajar cada día es más complejo y adaptarse a las necesidades de cada viajero es un reto que diariamente han de afrontar las agencias de viajes. Viajes específicos para gays y lesbianas, viajes para personas solas, viajes religiosos, viajes pensados para familias y, ahora, llegan los viajes para personas veganas. Las personas veganas tienen unas necesidades que, cuando están en casa tienen solucionadas porqué conocen perfectamente su entorno, pero que se hace complicado satisfacerlas cuando viajan.

Algunos consejos para hacer más fácil el viaje vegano

comida vegetariana
Un apetitoso plato de comida vegetariana asiática

Si todos estos consejos te parecen complicados de seguir y no estás dispuesto a renunciar a tu veganismo para poder viajar  hemos encontrado la solución a tu problema. La agencia de viajes Tarannà Viajes con Sentido ha puesto en marcha una iniciativa de viajes veganos organizados.

Tailandia
Tailandia enamora a los viajeros

El primero de estos viajes tiene como destino Tailandia y lleva por título La esencia de Tailandia en versión vegana”. El viaje, con salida el 2 de diciembre del 2019, recorrerá los principales lugares de Tailandia degustando sabrosos platos veganos en lugares previamente seleccionados.

El recorrido incluye hoteles veganos y vegetarianos certificados por Veggie Hotels, comidas o cenas indicadas en el itinerario en los mejores restaurantes veganos (13 comidas veganas incluidas) y también un taller de cocina tailandesa. Esta ruta incluye dos días en un santuario real de elefantes y una excursión al Parque Nacional Doi Ithanon acompañados por un guía local de una aldea tribal. Entre otras cosas, los viajes veganos buscan tener un impacto positivo en los animales, en las organizaciones que los cuidan y defienden, y en las comunidades locales de los países visitados.

Contactar con Tarannà Viajes con Sentido

Khao Yai (2)
En el parque de Khao Yai, los elefantes viven en total libertad

Sabíamos que Tailandia es el hogar de miles de especies animales que viven en sus selvas, bosques y praderas. Así que decidimos pasar tres días en el Parque Natural de Khao Yai, Patrimonio de la Humanidad, y resultaron nuestros tres mejores días en el país tailandés.

Texto y fotos: David y Paula (Respirando Tierra)

A tan sólo 3 horas de Bangkok, si te gusta la naturaleza, recomendamos pasar unos días en este parque, donde a escasos metros de la entrada principal ya advierten que los elefantes pueden estar cruzando la carretera.

Khao Yai es una reserva natural destinada a la conservación de la fauna y la flora, siendo el segundo mayor parque de Tailandia con más de 2.000 km2 de superficie. La belleza de este sitio es increíble. Nosotros lamentamos haberle dedicado sólo tres días; si te gusta la naturaleza y sobre todo los animales, se merece una semana de exploración.

Un gibón

La vida de Khao Yai

Khao Yai nos ha proporcionado una de nuestras mejores experiencias. Nos ha dejado claro, que no hay mejor manera de ver un animal salvaje, que hacerlo cuando está en total libertad.

Aquí, conviven en total libertad el elefante, el leopardo, el oso, el gibón, dos clases de hornbill, el pangolín, el gaur, la pantera nebulosa, el puercoespín, la nutria, los macacos, el slow loris, muchas serpientes y un reducido número de tigres, por mencionar algunas de las muchas especies.

Para entrar al parque si no tienes vehículo propio tienes que hacer autostop; está muy normalizado y casi todo el mundo se ofrece a llevarte. Así fue que nos recogió una familia tailandesa a la entrada. Nos montamos en la parte de atrás de su pick up (ranchera) y  al poco  la vida del parque ya hizo su primera aparición: un macaco de cola corta bastante grande intentó robarnos una de nuestras bolsas, aunque tras un forcejeo y olisqueando un poco mejor se dio cuenta de que no llevábamos comida y prefirió robar al dueño de la furgoneta otra de sus bolsas.

Durante el trayecto hasta el campamento donde acamparíamos los próximos tres días, vimos además lagartos monitores más grandes que los que ya habíamos encontrado en Borneo y muchísimos ciervos, que se han acostumbrado a la presencia humana en algunas zonas del parque y viven alrededor de los campamentos, dejándose incluso mimar.

Contemplar los elefantes libres a corta distancia es una experiencia única

La primera vez que vimos un puercoespín, no nos podíamos creer que lo estuviéramos viendo tan cerca del campamento. Después se convirtió en algo bastante más habitual: en total vimos más de 20 ejemplares. El puercoespín no es peligroso si no te acercas a él demasiado, y sabrás cuál es una distancia prudencial porque él mismo produce un sonido de alerta parecido al de la serpiente cascabel cuando siente que estás invadiendo su espacio, y además empieza a abrir sus largas y gordas púas.

El segundo día, volvimos a la entrada del parque para alquilar una moto, la mejor opción (y casi la única) para desplazarte dentro del mismo. Lo dedicamos expresamente a recorrer el parque de arriba abajo buscando elefantes, con la moto y caminando. Se puede imaginar nuestra desesperación cuando estaba a punto de atardecer y aún no habíamos encontrado más que restos fecales por muchísimas zonas de la carretera, y bastantes pisadas.

Entonces, cuando ya íbamos a rendirnos e ir a cenar, le preguntamos a un guía que coordinaba un grupo  sentados a la orilla de la carretera, que qué habían visto: hacía cinco minutos que una elefante hembra con dos crías había vuelto al bosque. Creíamos que nos lo habíamos perdido. Pero como bien dijo el guía, iban a volver, ¡y volvieron! No sólo la hembra con dos crías, ¡sino otros cinco miembros del grupo! Estarían a unos 50 metros de nosotros, y lo que buscaban era una de los muchos ‘salt licks’ o salegares que hay en la zona de la que ellos obtienen sales minerales chupando la tierra.

La emoción fue inmensa, y cuando pensábamos que no podíamos haber tenido más suerte, al día siguiente encontramos tres grupos de elefantes 

La emoción fue inmensa, y cuando pensábamos que no podíamos haber tenido más suerte, al día siguiente encontramos tres grupos de elefantes distintos, 14 en total, bañándose y jugando en una charca todavía más cerca de nosotros. Y no sólo eso; después, cuando las hembras de cada grupo decidieron separarse y seguir con sus rutas, una de ellas cruzó la carretera al otro lado de la pradera muy cerca de donde estuvimos observándolos más de cuatro horas.

Así fue, que nuestros planes de ir a visitar la antigua ciudad de Ayutthaya fueron anulados. La verdad es que no nos importó demasiado; verlos llenarse de barro, jugar o incluso caminar es todo un espectáculo.

Otra experiencia igual de increíble, fue la búsqueda del gibón. El gibón es un primate poco conocido, que es muy peculiar por tener brazos bastante más largos que su cuerpo. Vive con la misma pareja toda la vida y en forma de dueto emiten un sonido muy alto para marcar su territorio, que se oye a kilómetros de distancia. Así fue como nos levantamos oyendo sus cantos mientras amanecía alrededor de las 6 de la mañana. La respuesta a cómo encontrarlos que nos dio el guardabosques, fue que siguiéramos los sonidos entre los árboles.

Estuvimos tres horas caminando intentando seguir el sonido, hasta que por fin comenzamos a escucharles cantar más y más cerca. Cuando estuvimos casi debajo del alto árbol donde estaba el primer gibón, los dos se callaron: el primero nos miró sólo un instante fijamente para después perderse rápidamente entre las ramas. Aunque duró unos segundos, fue maravilloso haberlo encontrado.

Khao Yai (9)
Acampados junto a un lago

El gibón es víctima de un masivo tráfico ilegal, y una cría puede costar un auténtico dineral en Europa, donde gente sin corazón compra estos primates para tenerlos encerrados el resto de su vida en una jaula en su zoo privado o cosas por el estilo, a pesar de que todas las especies de gibón están en peligro de extinción. Para conseguir arrancar la cría de la madre, hace falta asesinarla.

Este parque es uno de los últimos lugares donde se cree que aún puede haber tigres en libertad, aunque los expertos también afirman que el reducido número de ejemplares seguirá disminuyendo debido a la creciente construcción alrededor del parque que merma cada vez más el hábitat de los animales salvajes.

Sabíamos que apenas teníamos posibilidades de encontrar al gran felino, pero una señora que llevaba toda la vida visitando el parque, nos contó que hace ahora 16 años vio un ejemplar enorme sentado en la carretera de noche, un buen rato hasta que se cansó de contemplarles y se perdió entre los árboles.

Trekkings

Khao Yai cuenta con 6 rutas marcadas que recorren 50 km del parque en total. Para las rutas 3, 4, 5 y 6 aconsejan llevar guía y tienen una longitud de hasta 8 km.

En el parque no obligan a la contratación de un guía para ningún recorrido, y puedes explorar todo cuanto tú quieras. Aun así, no hay que olvidar que es una selva inmensa donde es muy fácil perderse, hay muchos animales salvajes y que un guía puede ayudarte a encontrar algunos que normalmente suelen pasar desapercibidos.

Habíamos leído y visto en muchos documentales y reportajes que Khao Yai estaba abarrotado de serpientes. Pues bien, lo estará, pero nosotros no vimos ninguna, y no fue por no buscarlas. A pesar de nuestro especial empeño, sólo hemos logrado ver una pequeñita en el parque de las Hundred Islands en Filipinas hasta la fecha.

La noche es el momento de actividad de muchísimos animales, así que quisimos contratar un guía para hacer un trekking, y encontrar alguna serpiente. Así nos explicaron que no realizan excursiones andando después del atardecer, pero sí safaris con un coche. Junto con una pareja francesa, hicimos un safari de una hora, en el cual vimos muchos ciervos, puercoespines y una civeta manchada preciosa.

El paisaje es tan bonito que muchos novios escogen el parque para hacer las fotografías

Las excursiones y guías se pueden contratar en el Visitor Center, o por Internet. La mayoría de los turistas que vimos venían con paquetes ya contratados. Además de muchos animales, varias rutas llevan a unas cascadas preciosas. La más famosa, Kaew Suwat, que aparece en una película ‘La playa’, de Leonardo DiCaprio o la Haew Narok, que fue la que nosotros visitamos.

El paisaje es tan bonito que muchos novios escogen el parque para hacer las fotografías, y también para celebrar la ceremonia. Así es que nos encontramos una boda tailandesa cerca de la entrada al parque, donde nos invitaron a unirnos y a bailar con todos ellos.

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Una pareja de elefantes en Khao Yai al atardecer

Dónde dormir en Khao Yai

Para alojarse en el parque hay tres opciones:

Es la opción que nosotros escogimos y desde luego la que más recomendamos. Nos fuimos a dormir con ciervos custodiando nuestra tienda por la mañana al lado del lago y nos despertamos con ellos comiendo también a nuestra vera. Realmente un sitio muy especial, en una pradera junto a un lago y un río en plena selva.

Hay dos zonas habilitadas para hacer acampada, nosotros nos quedamos en el Lumtakong. Tiene un restaurante (cierra a las 18h más o menos), baños limpios y una tienda donde alquilar todo el equipo que necesitas para acampar. El camping dispone de una zona para cargar los móviles. No hay WiFi.

¡Cuidado con los monos! Se pasan el día intentando robar comida a la gente. Por increíble que parezca ¡son capaces de abrir las dos cremalleras de la tienda de campaña! Hablamos por experiencia propia. No te dejes comida dentro.

Existe la opción de alquilar un bungalow en alguna zona del parque, los hay con baño o sin él.

Es donde la mayoría de la gente que acude al parque con paquetes organizados se aloja. Además de ser bastante más caro, no te hace vivir la experiencia selva de la misma manera. Hay que tener en cuenta que cada vez que se entra al parque hay que pagar la entrada.

Cómo llegar a Khao Yai

Para llegar hay que coger un autobús desde Pak Chong que te dejará en la puerta del parque. Pak Chong se encuentra a unas dos horas de Bangkok.  El autobús a la entrada del parque tardará unos 30 minutos y cuesta un euro y medio o dos.

Consejos

Tras doce horas de vuelo llegamos, por fin, a Bangkok, capital de Tailandia, el País de las Sonrisas. Al abrirse las puertas del aeropuerto de Bangkok para acceder al párking, la humedad golpea nuestros rostros y nos obliga a plantearnos muy seriamente por qué le llaman el país de las sonrisas. Pronto lo comprobaremos.

clara esparza

Texto y fotos: Clara Esparza

Sólo entrar en Bangkok, la ciudad entera parece sonreírnos, regalándonos su primera luz del día. Su amanecer de un día de febrero a las 6 de la mañana. Tailandia se despierta para empezar un nuevo día, y asimismo también su hermoso caos se desvela.

Nos sorprende el tráfico, los altos edificios, la ausencia de normas en las carreteras. Los taxis de colores fucsia, verde y amarillo. Familias enteras en vehículos de dos y cinco plazas. Un motorista con tres enormes cajas atadas a la parte trasera de su moto. Así es el tráfico en la gran capital tailandesa, donde el turismo es tan solo uno más de los negocios.

trafico tailandia
Las motos en Bangkok sirven para transportar cualquier cosa y de cualquier modo

Los cables eléctricos que cuelgan de sus calles se encuentran sin protección de ningún tipo y sorprende pensar en cómo estos pueden aguantar las duras épocas de monzones. Miles de pequeños negocios -que en muchos casos se basan solamente en una pequeña mesa custodiada por un hombre o una mujer que se dedican a freír carne, pollo o a vender fruta- llenan las calles de Bangkok de distintos colores, sabores y, sobretodo, olores.

Olores que nos sorprenden y nos someten a una especie de terapia de choque olfativa. Y no podemos evitar pensar que, por fin, se nos hemos librado de las cadenas de Occidente para introducirnos en un mundo que transmite una esencia totalmente distinta.

“En Bangkok no existe el paro”, nos explica Dao, nuestra guía. Y es que, gracias a la ausencia de normas que regulen el comercio y el mercado, en Tailandia cualquier familia puede ganarse la vida con cualquier cosa que esté a su alcance. En este país existe de todo, menos las excusas.

templo
Un templo budista en el centro de Bangkok

Tailandia y el budismo
La religión budista tiene una gran presencia en Tailandia. Cada menos de 100 metros un pequeño altar recuerda a los transeúntes que deben pararse y saludar, haciendo el gesto de juntar las manos e inclinar la cabeza. La mayoría de casas, y también hoteles, disponen de un pequeño altar y una casa de los espíritus, también llamada San Phra Phum, la cual se encarga de proteger y honorar los antiguos habitantes así como a los fallecidos de las familias.
Los tan admirados monjes, personas dedicadas enteramente al budismo, se distinguen fácilmente entre el resto de la población, gracias a su túnica marrón o naranja y su cabeza totalmente rapada. Son personas que dedican prácticamente su entera vida a esta religión, en la mayoría de casos internándose en templos alejados de la ciudad desde muy jovencitos.
Los monjes entrenan diariamente para conseguir la paz interior. Lo hacen a través del método de la meditación, al que dedican un mínimo de una hora al día. Van a la escuela, y estudian asignaturas como matemáticas, derecho, religión, economía y filosofía.

Más allá de lo que nos cuentan
Alguien dijo una vez que las buenas noticias no son noticia, y esto es tan clave como cierto para entender Tailandia.
Pocos hablan acerca de aquellos valores de los tailandeses tan ínfimamente relacionados con su religión. Que su religión se fundamenta en la superación de uno mismo, y que cuando nosotros les preguntamos cuál es para ellos el personaje equivalente a nuestro “demonio” ellos ni siquiera entienden nuestra pregunta. Porque, no, en el budismo nunca existe la figura de “el malo”, solamente siguen el ejemplo de Buda, quién les sirve como guía en la búsqueda de la verdadera paz interior. Del bienestar absoluto. Del Nirvana.

tailandesa mercado
Uno de los miles de puestos en lo que se vende cualquier cosa

Nadie explica en los medios que sus calles están llenas de color y que en sus mercados se respira vida. Que el imparable día a día en la capital convierte a este país en uno de los más curiosos de visitar. Que si de repente estás paseando por sus calles y comienza a llover, lo mejor que puedes hacer es reírte y correr, mientras observas como los tailandeses cubren sus stands de comida con plásticos que siempre tienen preparados.

gato
Un gato descansa tranquilamente en un puesto de frutas

Tailandia y humildad deberían ser sinónimas. Espiritualidad, amor, paz. Ver a los tailandeses viajar en moto con el viento golpeándoles el rostro con la despreocupación de quién, simplemente, es feliz, no tiene precio.
Saber que a pesar de no ser un país democrático y que nosotros podríamos hacer mucho por ellos, también podríamos aprender de su sistema. Cosas como su admiración al Rey, quién no representa simplemente la figura del poder, sino que también se implica de lleno en cuestiones sociales.

Para todo aquel que quiera visitar Tailandia, es imperativo saber (y tener muy claro) que no todo se basa en prostitución (una de las lacras del país), en subir a un elefante, ni en una visita obligada a sus paradisíacas playas. Uno puede aprender mucho de Tailandia, y también de la vida, simplemente paseando por Bangkok. Deleitándose con su todavía ajetreada vida nocturna, y es que Tailandia parece no dormir nunca.

Con su cantidad de luces, entre las que predomina el rojo de sus bares y pubs. Con sus mercados que no cierran hasta altas horas de la noche y en los que trabajan familias enteras, incluidos niños. Su caos. Su tremendo y hermoso caos. También de noche.

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tailandia
El tráfico de Bangkok

TodoTailandia es una web orientada a los fans del país de las sonrisas, un interesante punto de encuentro para todo viajero que quiera conocer uno de los países más turísticos de Asia. En la web, gestionada por Mario, hay todo tipo de información desde las playas tropicales más paradisíacas del país hasta todo tipo de comidas que no deberías perderte.

Comentario realizado el 6 de febrero del 2016

 

tailandialogo Tailandia Tailandia tiene un sitio oficial de turismo que está en inglés y que contiene una muy abundante y bien estructurada información sobre el país. Desde esta página se puede acceder a otra, más sencilla, pero escrita en castellano, y en la que se pueden consultar aspectos básicos y prácticos para viajar a Tailandia como la documentación necesaria, la moneda, las vacunas, el vestuario recomendado o las cosas que tiene la entrada prohibida al país.

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Clase de cocina tailandesa

Uno de los atractivos de Tailandia es la gastronomía en la que destacan sus aromas y sus sabores. Sin duda Tailandia es un paraíso para los que aman la buena cocina. La riqueza de sus ingredientes, la exquisitez en la presentación, una gran creatividad, su exotismo, hacen de la cocina tailandesa una de las más ricas de todo oriente.

En los últimos años Tailandia ha entrado en muchos de nuestros hogares de la mano de Frank de la Jungla. Este naturalista y especialista en serpientes nos ha dado a conocer la variada fauna de este país y, de paso, nos ha mostrado sus junglas, ciudades, paisajes y lo amables que son sus habitantes. Tailandia, pues, se ha convertido en un lugar familiar al que muchos españoles desean viajar para conocerlo de primera mano.  Situado en el sudeste asiático, Tailandia limita con países como Myanmar, Laos o Camboya,. Tiene más de 60 millones de habitantes y la lengua hablada por la población es el tailandés, aunque mucha gente habla también inglés.

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Viaje a medida a Tailandia. 15 días a partir de 2.480 euros

 

 

 

 

 

 

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Descubriendo el Reino de Siam, desde 1329 euros

 

 

 

 

 

 

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Un monje budista

El budismo es la religión predominante, aproximadamente el 95% de la población Thai es budista. Su lema es "Sanuk, Sabai y Saduak" que traducido significa "sé feliz, permanece sereno, conténtate con aquello que la vida te ofrece", toda una filosofía de vida.

Tailandia tiene un clima tropical y por lo tanto húmedo y caluroso, en él se definen tres estaciones: templada, calurosa y lluviosa. De junio a octubre se concentra la estación lluviosa en la que los monzones hacen su aparición con diferente incidencia según las zonas. La mejor época para viajar, es entre noviembre y febrero coincidiendo con la estación “templada”. La temperatura media en este periodo es de 25ºC con un índice de humedad en torno al 55%.