Para adentrarse en una tierra desconocida, en el corazón de África, no es mala idea hacerlo acompañados por la experiencia de una agencia de viajes. Y Etiopía es eso. Un país fascinante y desconocido. Etiopía es África. Un lugar del que quien más quien menos ha oído hablar, ha leído libros o ha visto documentales, pero que pocos conocen en primera persona. La fotografía y el vídeo pueden jugar un papel fundamental en nuestro viaje, pero lo verdaderamente importante es ir y conocer de primera mano a sus gentes, contemplar sus paisajes, sentir sus olores y disfrutar de las puestas de sol más espectaculares que se puedan imaginar.

Etiopia
Los paisajes etíopes son difíciles de olvidar (foto: Años Luz)

Etiopía son sus gentes, sus volcanes, sus paisajes, sus puestas de sol, sus olores, sus religiones, pero también son sus monumentos. Desde la magia medieval de Gondar, donde las almenas, arcos y torres se erigen majestuosamente entre el verdor que consume el lugar, hasta Lalibela, el mítico pueblo perdido en las montañas que permaneció en secreto durante décadas y que posee unos monolíticos templos cincelados en la piedra por debajo del nivel del terreno.

Para viajar a Etiopía de forma segura y no perderse nada es conveniente contratar los servicios de una agencia de viajes. Hay viajes, culturales, de naturaleza, de aventura o culturales. Son muchas las agencias que ofrecen viajes a este país. Nosotros hemos realizado una selección.

Agencias de viajes para viajar a Etiopía

  1. Tuareg Viajes
  2. Tarannà Viajes con Sentido
  3. Banoa
  4. Altaïr Viatges
  5. Años Luz
  6. Descubrir Tours
  7. Eland Expediciones
  8. Èxode
  9. Horizonte Paralelo
  10. Paso Noroeste
  11. Terres Llunyanes
Etnias etíopes
En Etiopía hay numerosas etnias (foto: Tuareg Viajes)

Tuareg Viajes

El otro Norte: Milhela en Axum, el Tigray, Danakil y Lalibela
11 días. Salidas 15 de noviembre, 13 de diciembre de 2019, 7 de febrero y 13 de marzo de 2020. Desde 2.420 €.
Recorrido acompañado de un español residente en Gondar con amplia experiencia tanto en el mundo académico como en el sector turístico. De su mano descubriremos aspectos poco conocidos sobre la sociedad etíope y podremos entender mejor las tradiciones y la arraigada espiritualidad de los etíopes. El contrapunto lo pondrá la incursión al Dallol donde nos sumergiremos en su paisaje de colores imposibles y donde encontraremos a los talladores de sal que trabajan en la depresión del Danakil (ver más).

Etiopía
En Etiopía conviven decenas de tribus (foto: Tarannà)

Tarannà Viajes con Sentido

Viaje de autor a Etiopía. Territorio Suri, Dizi y Nyangatom con Francesc Bailón
14 días. Salida, 20 de junio de 2020. Precio: 2.651€ + vuelo + 329€ Tasas.

Una expedición antropológica y cultural a Etiopía, acompañados de Francesc Bailón, reconocido antropólogo y viajero. Una experiencia de vida que representa una gran aventura, diseñada para conocer uno de los lugares más tradicionales y ancestrales del mundo como son las regiones de los Dizi y los Surma. Además nos adentraremos en el P.N. de Omo para contactar con el pueblo Nyangatom o Bume y traspasaremos el río Omo por el nuevo puente que acaban de construir para conocer algunas etnias que viven en la otra orilla, como los Benna, Dassanech, Hamer, Karo, Konso y Tsemay (ver más).

Banoa

Etiopía. Depresión del Danakil. La tierra de los afar
Salidas y precio, consultar.

Este viaje no es un viaje cualquiera. Esta ruta transcurre por una de las zonas más inhóspitas del planeta, la depresión del Danakil, cuyo punto más bajo, Dallol, se halla situado a unos 120 metros bajo el nivel del mar. Este es un viaje fuera de lo convencional, muy interesante pero intenso y duro a la vez (ver más).

Altaïr Viatges

Etiopía, sur y norte en grupo
15 días.  Salidas y precios, cosultar
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Un viaje en grupo que combina el norte de Etiopía, histórico y cultural, y las tribus del sur, una de las regiones más desconocidas de África (ver más).

Años Luz

Etiopía. Vive el Timkat
Salida: del 14 al 21 de enero del 2020. Desde 1.804 € + vuelos.
Este viaje cultural es un salto en el tiempo en el que podremos conocer ritos que se remontan al siglo V cuando el concilio de Calcedonia se separa de Roma. Siglos de aislamiento en un lugar muy lejano de la cristiandad mediterránea le han dado a Etiopía un sello muy especial (ver más).

Castillo de Gondar (foto: Descubrir Tours)
Castillo de Gondar (foto: Descubrir Tours)

Descubrir Tours

Aventura en Etiopía. El norte histórico
13 días. Salidas: 31 de enero, 6 de marzo, 1 de mayo, 5 de junio, 3 y 31 de julio, 4 de septiembre, 2 de octubre, y 6 de noviembre de 2020. Desde 1.865 € + tasas y vuelos. 

Un viaje destinado a aquellos viajeros que desean conocer en profundidad el norte de Etiopía, impregnarse de los colores y los sabores que ofrece el país y descubrir la cordialidad y el trato afable de la gente (ver más).

transporte de sal en Etiopía
Una caravana de transporte de sal (foto: Eland Expediciones)

Eland Expediciones

Expedición Danakil
15 días. Salidas todo el año. 2.645 €
Un viaje a las entrañas del planeta. Se recorren las tierras de los Danakil, el espectacular paisaje de las llanuras de sal y volcanes del Rift, visitando asimismo la región de Tigray y sus iglesias y monasterios (ver más).

Èxode

Viajes a Etiopía
Consultar salidas, precios y recorridos.

Esta agencia propone diversas ruta por Etiopía que incluyen la visita de Lalibela, la Jerusalén africana, las orillas del Lago Tana o las Montañas de Simien (ver más).

Una de las sorprendentes iglesias escavadas en la roca de Lalibela (foto: Horizonte Paralelo)
Una de las sorprendentes iglesias escavadas en la roca de Lalibela (foto: Horizonte Paralelo)

Horizonte Paralelo

Montañas Simien, Etiopía
17 días. Salidas, todo el año. Desde 2.570 €.

Un país con alrededor de 80 lenguas diferentes y más de 150 etnias distintas que conviven en total armonía, sin que la tradición o la religión influyan en sus relaciones. La hospitalidad de su pueblo convierte el viaje a Etiopía en una experiencia excepcional para conocer mejor su cultura y la forma de vida de sus habitantes (ver más).

Paso Noroeste

Etiopía. Lalibella, Volcán Erta Ale y Axum
Del 3 de febrero al 21 de febrero del 2020. 1.780 € (salida desde Madrid).

Un viaje a Etiopía que ofrece, aparte de una inmersión plena en África, un sensacional disfrute tanto por su vertiente étnica, probablemente la más rica de África, como por su sorprendente riqueza y variedad cultural (ver más).

Danakil Etiopia
La depresión del Danakil (foto: Terres Llunyanes)

Terres Llunyanes

Abyssinia y el valle del Omo
23 días. Salidas: consultar. Desde 3.300 € + tasas aéreas.

Abyssinia y el valle del Omo es la ruta clásica por Etiopía. En esta ocasión, os llevaremos por los lugares más importantes a nivel histórico del país. La ciudad Santa de Lalibela, el nacimiento del Nilo azul así como, la ciudad medieval de Gondar y la mítica Axum serán los lugares protagonistas de la parte norte de nuestro viaje. Esta opción de viaje esta pensada para aquellas personas que no quieren renunciar a un cierto grado de confort en su viaje. Dormiremos siempre en hoteles. Etiopía es el país étnico por excelencia. Los Sidamo, Wollayta, Alaba, Bashada, Oromo son algunos de ellos y con una población muy numerosa. (ver más).

“Por sus esfuerzos en aras de lograr la paz y la cooperación internacional, y en particular por su decisiva iniciativa para resolver el conflicto fronterizo entre Etiopía y Eritrea”.

Comité del Premio Nobel

Abiy Ahmed Ali (Beshasha, 1976), primer ministro etíope, ha sido galardonado con el Premio Nobel de la Paz 2019. Ingeniero informático, militar, político y estadista es, desde el 2 de abril de 2018, el primer ministro de Etiopía. Tan solo asumir el cargo de primer ministro en medio de protestas generalizadas en el país contra el régimen autoritario de Hailemariam Desalegn, Abiy encabezó un amplio proceso de reformas que, en poco más de un año, ha dado la vuelta a la situación que se vivía en el país y ha sido reconocido con tan prestigioso galardón.

Abiy Ahmed
Abiy Ahmed en la toma de posesión de su cargo como primer miistro de Etiopía

“La democracia es impensable sin libertad. La libertad no es un regalo repartido a la gente por un gobierno. Más bien un regalo de la naturaleza para todos que emana de nuestra dignidad humana. Debemos respetar todos los derechos humanos y democráticos, especialmente la libre expresión, reunión y organización, al defender la constitución que surgió de esta manera de entender la libertad. Los derechos de todos nuestros ciudadanos a participar en todas las estructuras y en todos los niveles de manera democrática deben realizarse plenamente.”

Abiy Ahmed, discurso de investidura, 2 de abril del 2018

Abiy liberó 7.600 presos considerados presos políticos en la región de Oromia, además de otros 575 en el resto del país. Autorizó el retorno de dirigentes opositores exiliados e inició la liberación progresiva de la economía en detrimento del tradicional y corrupto monopolio estatal. Hizo un llamamiento a una reforma constitucional que revisara el sistema de federalismo étnico que regía en Etiopía considerado una de las principales causas de la tensión étnica que sufría el país. Además anunció la transición etíope hacia una democracia multipartidista, y promocionó la participación de la mujer en la vida pública instigando la elección de Sahle-Work Zewde como Presidenta de la República. También promovió la elección de la abogada feminista Meaza Ashenafi como presidenta de la Corte Suprema Federal y la paridad de genero entre sus ministros.

Pero sin duda lo que más ha inclinado la balanza hacia la concesión del Premio Nobel de la Paz son, sin duda, sus grandes avances para la consecución de la paz permanente con la vecina Eritrea. Entre 1998 y 2000 la guerra entre ambos países produjo 200.000 muertos y millones de desplazados, y desde que finalizaron las hostilidades mantenían un duro conflicto fronterizo.

Lalibela
Una de las sorprendentes iglesias de piedra de Lalibela, en Etiopía, donde existe una gran diversidad religiosa

Una premisa capital para lograr la paz fue la voluntad incondicional de Abiy de aceptar el fallo del arbitraje de una comisión internacional de fronteras emitido en el 2002. La presidenta del Comité Noruego de los Nobel, Berit Reiss-Andersen,  recordó en rueda de prensa que la “paz no surge de las acciones de una sola parte”, y que “cuando el primer ministro Abiy tendió la mano, el presidente Afweki la tomó y ayudó a formalizar el proceso de paz entre ambos países”. El Comité Nobel ha expresado su deseo que este acuerdo de paz ayude a conseguir un cambio positivo para todos los habitantes de Etiopía y Eritrea, “una Etiopía en paz, estable y exitosa tendrá numerosos efectos secundarios positivos y ayudará a fortalecer la fraternidad entre las naciones y los ciudadanos de esta región”, manifestó.

Reiss-Andersen reconoció que quedan muchos retos pendientes y muchos problemas por resolver. “Sin duda, habrá gente que piense que el premio de este año se ha entregado demasiado pronto, pero el comité cree que es ahora cuando los esfuerzos de Abiy Ahmed merecen reconocimiento y aliento”.

Recordar que la paz fue firmada en Asmara y Jeddah en julio y septiembre del año 2018, entre dos y cinco meses después de la toma de posesión del primer ministro Abiy.

El Nobel también ha reconocido la mediación de Abiy Ahmed en las crisis de Sudán y Sudán del Sur donde ha logrado que por primera vez en décadas no haya grupos armados intentando derrocar al gobierno.

transporte de sal en Etiopía
Una caravana de transporte de sal en Etiopía (foto: Eland Expediciones)

Con tan solo 43 años de edad y en poco más de 18 meses, Abiy le ha dado un vuelco a la situación en Etiopía y ha llevado un soplo de aire fresco al continente. Un continente donde todavía abundan políticos que se perpetúan en el poder. Es esto lo que ha querido premiar el Comité Nobel, una nueva manera de hacer las cosas en África y, a pesar de los graves conflictos todavía sin resolver, ha querido que desde el primer momento tuviera un reconocimiento internacional que le diera un empujón definitivo que lo convirtiera en un ejemplo para el resto de países.

En el 2019 Nobel de la Paz viaja de nuevo al continente africano, después de que el año pasado lo recibieran el médico congoleño Denis Mukwege, y la activista iraquí yazidí Nadia Murad por su lucha contra la violencia sexual como arma de guerra.

Viajar a Etiopía cada día tiene nuevos alicientes.

Las vacaciones veraniegas empiezan a quedar como un recuerdo en nuestro álbum de fotos y las próximas fiestas navideñas son una nueva oportunidad para realizar un gran viaje. Viajes los hay para todos los gustos. En estas fechas hay quien desea viajar a lugares en los que no se celebre la Navidad para huir de los “ho, ho, ho” de los papás Noel o de los machacantes villancicos que atruenan en todos los centros comerciales. Otros, al contrario, gustan de viajar para conocer cómo se celebra la Navidad en otros países. Hemos realizado una selección de viajes para todos los gustos.

Ideas para viajar en Navidad

Andalucía
Recorrer los campos de Andalucía en invierno es un placer para los sentidos

Andalucía

Siempre es un buen momento para viajar a Andalucía, pero en Navidades todavía más puesto que no hace calor y la naturaleza se muestra espléndida. Esta propuesta está destinada precisamente a aquellos que disfrutan en el campo, recorriendo senderos mientras observan la fauna y los ricos ecosistemas de esta región. Andar por el Parque Natural de la Sierra de Aracena disfrutando de bosques, valles, la Gruta de las Maravillas y pequeños pueblos blancos cargados de historia. Realizar una ruta en bicicleta hasta Vila Real de Santo Antonio, en el Algarve portugués o caminar por la ribera del idílico río Guadiana entre verdes colinas y antiguas fortalezas hasta los históricos pueblos de Alcoutim (Algarve) y Sanlúcar del Guadiana. Una buena alternativa para estas navidades.

Crucero por el Danubio
El invierno tiñe de blanco las orillas del Danubio

Austria

Una alternativa muy distinta sería realizar un crucero entre Austria y Alemania por las aguas del río Danubio, y pasar el fin de año navegando. Un recorrido por ciudades como Salzburgo, Wachau, Viena o Passau en el que nos impregnaremos de las tradiciones navideñas de las ciudades de centro Europa.

Vudú en Benin
Viajar a Benin es viajar al centro del vudú

Benín

Pocos viajeros conocen Benín y probablemente, pocas personas saben ubicarlo en el mapa. Viajar a Benín, un pequeño país situado en el Golfo de Guinea, tiene una serie de atractivos únicos en todo el continente africano. Su diversidad étnica es un gran aliciente para los aficionados a la fotografía. También lo es el vudú, la historia del esclavismo y la arquitectura colonial muy presentes en todo el país. Quienes decidan emprender este viaje se encontrarán con tribus aisladas de la civilización, rituales vudús auténticos y experiencias inolvidables y únicas como en pocos otros lugares del mundo.

Desierto del Danakil
El desierto de Danakil, situada a unos 60 metros por debajo del nivel del mar, ofrece un paisaje inverosímil de colores

Etiopía

Otra buena alternativa africana para pasar unas navidades muy distintas es viajar a Etiopía, concretamente al Danakil, un viaje por una de las zonas más inhóspitas del planeta, cuna de la humanidad. Allí podremos ser testigos de uno de los espectáculos naturales más intensos que se pueden ver, las constantes erupciones de los volcanes de la zona, en especial las del volcán Ertale, al que se puede acceder hasta el mismo cráter. El viaje incluye dos de los mercados más interesantes de Etiopía, Sembete y Bati, y la emblemática Lalibela, punto culminante de toda visita por el norte ortodoxo del país. Destaca también el contacto con la etnia afar, cuya fuente principal de subsistencia está en la extracción de sal en las salinas de Dalol.

Japón

Si tenemos tiempo viajar al otro lado del mundo para pasar las navidades en Japón es una original y estupenda alternativa. En Japón viven las navidades mediante una mezcla de costumbres occidentales y antiguas tradiciones. Las calles se engalanan con preciosas iluminaciones, las comidas típicas de la época son excepcionales, fuegos artificiales y una enorme oportunidad para comprar cualquier cosa que podamos imaginar, en Japón la Navidad es otra cosa. Y vale la pena vivirla.

Petra
Petra es uno de los puntos culminantes del viaje a Jordania

Jordania

Viajar a Jordania es ir a conocer un país lleno de maravillas. Maravillas como Petra, las ruinas de Jerash (unas de las ruinas mejor conservadas de oriente Medio), Amman, Madaba y su famoso mosaico, el Monte Nebo, el Mar Muerto o el Mar Rojo. Uno de los aractivos de este viaje es pasar la noche de fin de año en una haima en el desieto de Wadi Rum, el desierto de Lawrence de Arabia.

Molinos en Holanda
Bucólicos molinos holandeses forman parte del paisaje

Países Bajos

Otro viaje muy atractivo para vivirlo durante las navidades es un crucero por las aguas del Rin conociendo ciudades tan emblemáticas como Ámsterdam, Amberes o Utrecht, además de muchos otros pueblecitos con encanto de Holanda y Bélgica.

Mercado en Senegal
Un mercado típico en Senegal

Senegal

Viajar a Senegal por Navidad es una gran experiencia para quienes viajan a este país por primera vez. Una experiencia que permite tener un contacto con un gran país que guarda una gran diversidad de etnias y comunidades con sus correspondientes tradiciones y estilos de vida. Un país en el que se entremezclan palmeras y arrozales con la vegetación tropical en medio de un ambiente fresco y unos colores intensos. El contacto con la gente local y el intercambio cultural están asegurados.

Samarkanda
Samarkanda, capital de la Ruta de la Seda

Uzbekistán

Viajar a Uzbekistán es ir a conocer la historia de la Ruta de la Seda. Recorrer las calles de la soñada ciudad de Samarkanda y pasar la noche de fin de año en su famosa plaza de Registán es algo que no tiene parangón. A lo largo del viaje también podemos descubrir los antiguos monumentos de la ciudad de Bukhará, o la cosmopolita ciudad de Tashkent y su asombrosa arquitectura oriental vista bajo las luces del invierno.

Entrevista con Xavier Gil, responsable de Etiopía en la agencia Tarannà Viajes con Sentido

"He viajado a Etiopía al menos una vez al año desde hace 25 años"

El miércoles 10 de abril acudimos a la sede de la agencia de viajes Tarannà, ubicada en el barcelonés barrio de Les Corts, para charlar con Xavier Gil sobre Etiopía. Xavier es el responsable de la agencia sobre este país africano, y sobre otros muchos. Cuando habla de “su” país lo hace con admiración y con cariño. Cariño sobretodo por sus gentes hacia las que profesa una auténtica amistad.

Tras realizar el vídeo en directo a través de nuestra cuenta de Facebook, hubo muchos comentarios, entre ellos nos llamó la atención el de Getnet Zeleke, un amigo etíope de Xavier, que le daba las gracias en un castellano que hemos transcrito porqué nos parece un mensaje muy significativo: “Hola Xavier. Es verdad que lo has dado todo, casi la mitad de tu vida dedicándote a explorar nuevas zonas de destinos turísticos en mi país. Eres potente porque todo está en tu sangre. Gracias en nombre del pueblo de Etiopía por lo que has contribuido por el país”.

Instagram xaviergiltabios

En Etiopía no te topas con vestigios coloniales de distintos países que hayan afectado a la esencia del país

Interrelacionarme con personas tan alejadas de mi cultura es algo que me enriquece y valoro.

Sede de la agencia de viajes Tarannà, en Barcelona

Contactar con Tarannà Viajes con Sentido

 

Podéis consultar una variada selección de viajes a Etiopía

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Niño de la tribu Mursi, en Etiopía (foto: Ignasi Rovira)

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Más información sobre este viaje a Etiopía organizado por Tuareg Viatges

El aire azota suavemente mi cara a medida que avanza el 4x4. Estoy en Etiopía, en medio de la sabana africana, rodeada de especies que jamás pensé que vería frente a frente, esto es un regalo. El camino, a menudo solitario, me brinda paisajes fascinantes pero este momento es el más especial. El todoterreno, que avanza impasible, levanta un polvo tostado, casi rojizo, que se suspende lentamente mientras los últimos rayos de sol del atardecer se cuelan entre los diminutos granos. Es cierto que los atardeceres de África son de los más bellos del mundo, el sol, en su último suspiro, colorea la inmensidad de la sabana y la dota de una nueva identidad. Todo se vuelve naranja y solo se distinguen a lo lejos las siluetas de las enormes acacias y de algún ave que sobrevuela el paisaje que se nos abre en nuestro viaje a Etiopía.

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Texto: Irene Garcia
(Una vida de aventuras)

El mismo ambiente polvoriento emborrona las zonas semidesérticas donde se hallan los poblados de las diferentes etnias etíopes. Hamer, Mursi o Benna son algunas de ellas, y aunque comparten muchas tradiciones son completamente diferentes, e incluso rivales.

En la lejanía se distinguen unas siluetas altas y delgadas, pero a medida que me adentro en la inmensidad más profunda de la sabana, vislumbro un poblado vallado con ramas y troncos y unas humildes chozas de paja con un corral al costado. En aquella parcela en medio de la nada todo permanece puro e incólume. De pronto, las alargadas siluetas se acercan curiosas con una sonrisa de oreja a oreja y comienzan los primeros intercambios de palabras. Al mismo tiempo varias aves multicolores sobrevuelan la aldea mientras cantan una repetitiva melodía. Una algarabía de silbidos que resuenan hasta en el lugar más recóndito del poblado.

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Mujer mursi (foto: Ignasi Rovira)

Mis ojos, asombrados, van de un lado para otro buscando elementos distintivos de aquellos grupos étnicos. Las mujeres hamer adornan su pelo con barro y grasa animal, lo cual les proporciona un color ocre característico, mientras que los hombres marcan sus cuerpos con escarificaciones. Las mujeres mursi alargan su labio inferior de una forma sobrehumana y colocan en el espacio que queda, un platillo de barro para identificar su posición social, cuanto más grande es el plato, más influyente es la mujer. Los benna cuidan con mucha dedicación su peinado y recubren su cabeza con una especie de gorro de barro, llama mucho la atención verlos siempre con un taburete cerca, y es que lo llevan por si tienen que echar la siesta para no destrozar su look; aunque una de las características más impactantes de esta etnia, que comparte con la Hamer, es su tradicional “Salto del Toro”.

Todos los miembros de la tribu saltan de alegría y hacen sonar unos enormes cascabeles que cuelgan de sus ropajes. Las faldas de las mujeres, de piel de vaca, lucen colores vivos que muestran orgullosas mientras adornan sus cuerpos con pulseras, collares y pintura corporal. El ruido de los cascabeles y trompetillas no cesa ni un segundo, es un día de celebración y alegría. Los hombres agarran a los toros por los cuernos y rabos, no sin esfuerzo, para hacer una hilera que pocos segundos después saltan los jóvenes de la tribu. ¡Vaya! Aquello es como una olimpiada africana, de un solo salto y sin apenas utilizar las manos atraviesan la fila de ganado y con ello entran en la edad adulta, un salto social que les permite contraer matrimonio y formar una familia.

Entre tanto revuelo, los más pequeños del poblado se desternillan de risa al verse reflejados en el visor de la cámara; sus caras son una mezcla de alegría y desconcierto. Al cabo de un rato se marchan y vuelven con más amigos para seguir con las risas.

Carnaval de sabores

Si por algo se conoce un país es por sus mercados, y en Etiopía hay cientos de ellos. El bullicio y el colorido son el factor común, mientras que sus visitantes y productos son tan variopintos como etnias se juntan alrededor de esos focos económicos y culturales. Nada más poner un pie en el mercado, un intenso aroma a especias y a ganado llama mi atención. A pesar del calor, avanzo sin rumbo fijo de puesto en puesto y me cruzo con mujeres que cargan sacos de cereales en la cabeza con cuidado de no pisar las verduras expuestas en el suelo. Los colores envuelven el lugar dotándolo de un aspecto mágico y brillante y los olores cada vez son más intensos. El olor a jengibre, cilantro y chili impregna el ambiente, ¿de dónde proviene ese aroma?, olfateo el apetecible rastro hasta dar con un pequeño puesto de comida. Un hombre alto y vestido con vaqueros pide al chico del otro lado del mostrador algún plato etíope que soy incapaz de descifrar; entonces el hombre del mostrador me mira esperando una comanda, así que utilizo el idioma internacional y señalo al chico de los vaqueros: “quiero lo mismo que él”. Al cabo de un par de minutos estoy degustando injera, un pan muy fino, de sabor agrio pero especiado y realizado con harina de teff. Este pan se utiliza como plato donde se ponen los alimentos y se come pellizcando trozos, a modo de cuchara. Encima se acompaña con doro wat (pollo en salsa), messer wat (lentejas), sega wat (cordero), shiro wat (puré de garbanzos), verduras, ensaladas, queso, etc.

Los sabores de la comida etíope son como una explosión en la boca, las salsas y aromas te trasportan hasta el mismo corazón de África, y si cierras los ojos te puedes imaginar rodeado de cascadas color chocolate y el sonido envolvente de los macacos y aves de la selva.

Pero Etiopía no solo son sus gentes y gastronomía, también forman parte de ella un conjunto de rutas históricas donde resuenan los ecos de grandes imperios y reyes, que fascinaron en su visita a autores como Kapuscinsky o Javier Reverte.

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Uno de los espectaculares templos excavados que hallaremos en Etiopía (foto Ignasi Rovira)

Desde la magia medieval de Gondar, donde las almenas, arcos y torres se erigen majestuosamente entre el verdor que consume el lugar, hasta Lalibela, el mítico pueblo perdido en las montañas que permaneció en secreto durante décadas y que posee unos monolíticos templos cincelados en la piedra por debajo del nivel del terreno.

Jugando al escondite con las montañas

La angosta grieta rocosa zigzaguea entre una docena de iglesias en el subsuelo. El color rojizo se apodera de aquella imagen y al alzar la vista, una enorme construcción se levanta ante mis ojos, “esto es Lalibela”- dice Ignasi, el guía. Él lleva 15 años recorriendo Etiopía con grupos de turistas y jamás se ha cansado de visitar aquellas iglesias trogloditas que aparecen como surgidas de las entrañas de la tierra.

Entre estrechos barrancos y escarpadas y frondosas colinas, asomándose a escondidas para bañarse con la luz del día, la intrincada red de túneles subterráneos, que conectan una docena de iglesias, se abre paso hasta las enormes piezas talladas a mano con herramientas rudimentarias y de un solo bloque.

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Sacerdote en Lalibela (foto: Ignasi Rovira)

Al fin contemplo las iglesias de las que tanto había leído. Un halo de misterio me acompaña en todo momento, y de vez en cuando me cruzo con algunos sacerdotes vestidos de un blanco impoluto con turbante y bastón. La escena es insuperable cuando se asoman a los ventanucos, a bastantes metros del suelo, meditabundos y mirando al horizonte. Sin duda alguna, Lalibela es un lugar fotogénico, encantador y sobre todo mágico. Aquello que se suele decir de “la fe mueve montañas” en este caso, no solo es la pura verdad, sino que es una experiencia que se debe vivir al menos una vez en la vida.

Los reyes de Etiopía

Normalmente, cuando viajas a África tienes la idea de que no verás ningún animal de cerca aunque hagas un safari, ya que nadie puede garantizar que el león o el rinoceronte de turno estén allí esperando tu llegada. La fauna en Etiopía es extremadamente diversa. Mi sorpresa es bárbara cuando los animales, que en un principio me había hecho a la idea de ver en postales, se pasean tranquilamente delante del objetivo de la cámara.

Los lagos del país aúnan un sinfín de especies, desde hipopótamos descomunales, que asoman la cabeza tímidamente y mueven las orejas de atrás hacia delante, hasta cocodrilos que se pasean frente a las barcas de los pescadores, agazapados y siempre alerta. En tierra llaman la atención las hermosas cebras, con unas rayas que brillan a la luz del sol como si estuvieran recién pintadas, los antílopes y gacelas, de prominentes cuernos y asilvestrados saltos, los flamencos, que como una nube rosa se posan junto al lago y permanecen largas horas en perfecto equilibrio, y la infinidad de aves, que lucen plumajes espectaculares.

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Gacela salvaje (foto: Ignasi Rovira)

La verdadera belleza de la fauna etíope reside en el entorno que la rodea y el ambiente que se crea cuando todos los sonidos de alrededor susurran su animada, pero relajante melodía. Las cascadas chocan contra las rocas del precipicio con fuerza, y baten sin miedo; los pájaros pían sin cesar, igual que los monos aúllan, colgados de los árboles más cercanos.

A veces solemos quedarnos con los clichés. Tenía la imagen de una Etiopía seca y árida pero nada de lo que estaba viendo se parecía a aquello: praderas verdes, montañas pobladas de árboles y agua por todas partes. Sin duda alguna, mi estancia en Etiopía, desde el Valle del Omo, hasta la antigua Abisinia, fue una montaña rusa de emociones y sensaciones que traté de vivir al límite desde que puse el primer pie, hasta el día que dejé atrás aquella maravillosa aventura. Había recorrido, durante 17 días, un país de contrastes que rompió mis esquemas, de viajes por carretera, paisajes cambiantes y gente cuya hospitalidad no tenía parangón.

Si echo la mirada atrás recuerdo aún la visita a la tribu karo, una anécdota digna para contar a mis nietos, de esas que difícilmente alguien creería. La tribu vecina, los bumi, les habían robado algunas vacas y mujeres. Cuando el grupo de turistas llegó al poblado, los karo estaban en éxtasis, embadurnados con polvos blancos y saltando frenéticamente. Se preparaban para la guerra. Ignorantes de todo aquello, nos imaginábamos un teatrillo donde la tribu representaba su escena principal: “qué turístico”-comentábamos al guía-. Ignasi, que sabía perfectamente que aquello no iba a terminar bien, dijo: “subid al coche que nos vamos pitando”.

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Integrantes de la tribu Karo en el Valle del Omo, Etiopía (foto: Ignasi Rovira)

Las tribus, a pesar de que son muy abiertas, también tienen una vida, enemigos y viven una realidad completamente diferente a la nuestra. No se trata de un decorado de quita y pon que se monta cuando se acercan los turistas. En aquel caso, ¡estaban en medio de una guerra! En Etiopía nunca sabes lo que puede ocurrir.

Sentado en la terraza de algún lugar de Etiopía se oyen, a lo lejos, las carcajadas de unos niños. El sol ya se está poniendo y termina el día. La noche entra en escena sin prisa, oscureciendo aquella maravilla lentamente. Han pasado unas horas y sigo inmóvil, mientras la luna brilla plateada y el añil tiñe todo, incluso a las personas. Me quedo en silencio.

Reportaje realizado a partir de conversaciones con el guía de Tuareg Viatges,  Ignasi Rovira

Canción: "Shashemene Ethiopia", de Aster Aweke

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