Increíbles Océanos : Un crucero fuera de este mundo

jms
16/02/2018
Belize
Imagen de Belize

El mar es una de las grandes obras de la madre naturaleza. Cubre más del 71% de la superficie de nuestro planeta y a pesar de ello sólo conocemos una pequeña parte de este misterioso mundo. A bordo de un crucero se puede ser testigo de muchos fenómenos oceánicos, como el del Golfo de Alaska, la gran barrera de coral o las olas gigantes en Hawai. Sin embargo, hay otros lugares menos conocidos, en los que se puede disfrutar con increíbles espectáculos naturales. Aquí tienen tres ejemplos.

El Faro de Maracaibo
Si tiene la oportunidad de visitar el Caribe, recomendamos una excursión a la cuenca del lago Maracaibo en Venezuela, donde se puede ver el maravilloso fenómeno llamado “Relámpago del Catatumbo”. Un evento natural que produce numerosas tormentas eléctricas de forma casi continua y silenciosa, un espectáculo que se puede apreciar desde cientos de kilómetros de distancia. Gracias a la frecuencia y el brillo de sus rayos, la tormenta ha sido utilizada como guía por marineros desde tiempos coloniales, ganándose el apodo de “Faro de Maracaibo”. Esta belleza natural es un espectáculo que no hay que perderse.

Gran agujero azul
Ubicado en las aguas del Caribe en Belice, este gran sumidero es el lugar ideal de exploración para los buceadores. Se trata de un perfecto círculo azul intenso con bordes turquesas con más de 300 metros de ancho y 123 metros de profundidad, se cree que se formó en la Edad de Hielo y fueron unas cuevas secas que se inundaron cuando el hielo se derritió y el nivel del mar Caribe subió. Pertenece al Sitema de Reservas de la Barrera del Arrecife de Belice, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Cuenta con una rica y variada vida marina, desde peces tropicales y tiburones hasta formaciones de coral.

Amazonas
El río hirviente del Amazonas

El río hirviente del Amazonas
Si se aventura en una expedición por el Amazonas, seguro que oirá la leyenda del río hirviente, un fenómeno natural qu. El río hirviente se esconde entre la maleza de los bosques amazónicos de Mayantuyacu en Huánuco, a poca distancia de la región de Ucayali. Una tierra que los historiadores describían como tierra de chamanes poderosos, guerreros con flechas envenenadas, árboles gigantescos y torrentes hirvientes. Este misterioso fenómeno natural demuestra que no es necesaria una presencia volcánica cercana para ver estas manifestaciones geotérmicas. El nombre indígena del río es Shanay-timpishka que significa “hervido con el calor del sol”. Se extiende unos 6,24 kilómetros y cuenta en su recorrido con cascadas y piscinas termales con temperaturas de 86C. Un lugar mágico y hermoso.

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